viernes, 22 de junio de 2012

Asalto al futuro

VIDEO-BLOG DE IÑAKI: Asalto al futuro

Tienes más razón que un santo, Iñaki. Hay un trasfondo profundamente erróneo en nuestro (sociedad moderna occidental) modo de vida. No solo porque, como es bien conocido y tan bien has explicado, nos conduce al precipicio siendo claramente insostenible... sino porque la sociedad no es consciente de ello. Hay muchas otras cosas "más importantes" para la sociedad que la mera SUPERVIVENCIA como especie (nuestra y de muchas otras especies). Gran parte del problema se halla en las limitaciones de la ciencia económica, ya que esta no es capaz de (o mejor dicho, no interesa) computar los verdaderos costes medio ambientales de muchas industrias. Por poner un pequeño ejemplo, no se computa en el cálculo de la generación eléctrica nuclear los costes económicos de un accidente por contaminación. En china las fábricas contaminan lagos que matan a miles de personas. Estos costes pasan "inadvertidos" para la micro-economía, pero sin duda, dejan una huella amarga en el ecosistema. En españa podríamos recordar desastres como el de Aznalcoyar, Prestige, etc... Desastres ecológicos que "no se computan" en el precio final de los productos.
Es curioso que las modernas sociedades occidentales pasen tan de puntillas sobre esta cuestión... Es curioso... ¿Es curioso?... Hemos sobrepasado un punto de inflexión a partir del cual el planeta no puede dar cobijo a toda su población humana, incluso asumiendo las tremendas desigualdades existentes (el 20 % desarrollado consume el 80% de los recursos existentes). Se actúa como si la naturaleza fuese una fuente inagotable de recursos, y se explota en una desenfrenada carrera sin control intentando cubrir una demanda que necesariamente irá a más.
Ha habido intentos para introducir parámetros económicos que de alguna manera tomen en consideración los costes medio-ambientales, por ejemplo, con el CO2. El éxito ha sido parcial.
El problema de fondo está ligado a la mentalidad de los individuos que conforman nuestras sociedades y la forma en que ven el mundo. Cuando la búsqueda de la felicidad se sustenta sobre la posesión de determinados bienes materiales, la sociedad tenderá a "esquivar" cualquier aspecto por el cual la consecución de tales bienes se dificulte. Esta concepción falsa de la felicidad, está en la raíz misma de nuestro sistema capitalista. Podríamos decir incluso que constituye la base misma del capitalismo: el consumismo. Por tanto, sólo habría un modo de invertir esta tendencia y es modificar esta mentalidad. Como claramente esto no es posible, solo cabe una solución... Las potencias deberán pugnar entre ellas por los recursos naturales escasos. Es decir: guerra y destrucción.

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