lunes, 4 de mayo de 2009

Sinceridad y transparencia

Hay una causa para todo. Los hombres reaccionamos ante agentes externos que nos mueven a la acción. Por eso a veces es difícil escribir, porque lo que subyace en el fondo es la reacción egoísta de "tener razón" frente a otros. Si somos sinceros con nosotros mismos, reconoceremos que esto sucede la mayor parte de las veces. Frente a esta motivación reactiva hacia la acción, está la acción "por amor". Es una acción cuya motivación emana de nosotros mismos, no es una reacción a agentes externos. Podemos llamarla "crítica constructiva" si se quiere. Esto es lo que voy a intentar ahora.

En épocas de crisis y desconcierto generalizado, uno tiende a mirar a los "líderes" para que estos den una salida a la situación. Cuando digo "líderes" quiero darle una connotación en sentido ámplio. Ya que cada crisis tiene su ámbito, de la misma manera, cada ámbito tiene su lider. Concretando: si hablamos de una crisis capitalista internacional, los líderes son los países cuyas economías descuellan por encima del resto. Es indiferente que Merkel sea la presidenta de Alemania. De no ser así, en su lugar estaría otro, pero no por ello Alemania dejaría de ser un referente. Pues bien, una manera de justificar el propio fracaso es mirar hacia afuera. Si al lider le va mal, ¿como nos va a ir a nosotros? En esta línea he leído últimamente una serie de artículos de prensa que vinculan la recuperación de nuestra economía como una secuela de la recuperación del lider. El vicio oculto detrá de esta justificación, consiste en que nos aleja de nuestros propio problemas.

En la época de Aznar, cuando todavía se estaba comenzando a inflar La Gran Burbuja inmobiliaria, recuerdo una entrevista que le hicieron a un ex ministro de trabajo alemán. El periodista le preguntaba por qué la trasposición de las directivas europeas sobre el trabajo estaba dando tan buen resultado en España y tan malo en Alemania. Su respuesta fue tajante: "porque en Alemania, las leyes se cumplen". Efectivamente, estamos hablando de un país que llegó a derribar viviendas en momentos de sobreproducción para frenar el desequilibrio, mientras que en España lo que se hacía era fomentar la especulación.

Ahora los alemanes estiman que la contracción de su PIB puede rondar el 6%. Una de las características de este dato, es que no está "pensado" para engañar a nadie. Es FIABLE, en el sentido de que se pueden equivocar, pero no "malintencionadamente", ni tampoco "bienintencionadamente"... "porque en Alemania, las leyes se cumplen"... en contraste, aquí en España podemos poner muchos ejemplos de manipulación informativa tanto bienintencionada como malintencionada por parte de los sucesivos gobiernos. Como ejemplo de engaño malintencionado voy a mencionar el IPC del año 2000, siendo Rodrigo Rato ministro de economía. Por aquel entonces España había entrado de pleno en el euro y la inflacción se había disparado hasta cotas insoportables. Solución: cambiamos la fórmula de cómputo para el IPC y problema resuelto. Barrer y dejar el polvo debajo de la alfombra... Aquello salió como aquel gobierno esperaba. Para evitar el escándalo, no se publicó la cifra del IPC calculado con la antigua fórmula. Perfecto !!! ¿Problema? La pérdida de poder adquisitivo de muchos puntos porcentuales de todos los españoles en un solo día. Decía Richard Stallman en Vigo hace unos días en una conferencia que "si la libertad y los derechos no se vigilan, uno los acaba perdiendo"... Otro ejemplo malintencionado de manipulación ha sido la negación de la crisis por parte del gobierno actual antes de las elecciones. Otro ejemplo, la negación de la burbuja inmobiliaria. La negación de su estallido, etc... La cuestión es ¿cómo son capaces de hacerlo? La respuesta es obvia: MANIPULANDO LAS ESTADÍSTICAS. Es decir, hablando en plata: las estadísticas del INE NO SON FIABLES.

Seguramente hay almas cándidas que creían estar haciendo un gran servicio al país negando la burbuja para retrasar su estallido, sin percatarse de que habría muchos ciudadanos que no se habrían hipotecado el año pasado de conocer la verdad. Yo personalmente convencí a varios amigos de que no lo hiciesen... y me costó mucho porque el gobierno trabajaba en mi contra. En algunos casos lo hice por lástima. Estoy pensando en una mariscadora que se levanta a las seis de la mañana para ir a la cetárea. No la conocía mucho (de aquella), pero conocía su vida. Se mete con traje de aguas en la piscina, recoge el marisco vivo, que le muerde las manos y se las deja hechas un cristo. Mete las cajas en la fúrgoneta y se va a vender por ahí hasta la noche. Descansa los martes. Quería hipotecarse en 170.000 €. Me costó, pero la convencí. Ahora vive de alquiler en apartamento al lado del trabajo. Lamentablemente, con otros amigos fallé, y ahora los pobres... El caso es que en su día se reían de mi... "y si tuviera más dinero, me compraba otro" me decía uno de mis mejores amigos... El gobierno en plena huída hacie adelante ha arruinado a muchos españoles. Números en estadísticas mal contadas... En nombre de las mejores intenciones, se cometen los peores abusos.

Y ahora la pregunta: ¿se ha aprendido algo de todo esto? ¿Hemos aprendido ya que la información es un derecho fundamental? ¿Que disponer de información fiable es fundamental para la toma de decisiones en sociedades desarrolladas? Los alemanes se pueden equivocar, en su estimación de caída del 6% en su PIB, pero no hay sesgo partidista en esa estimación. En cambio la estimación de la evolución del PIB español es falsa, "bienintencionada" ó "malintencionada" es cuestión de opinión... pero sesgada. Decía Stallman que "un apolítico es aquel que toma decisiones de largo alcance basandose en el corto plazo". ¿Es apolítico nuestro gobierno?

Aprendamos de nuestros errores... Ir al tronco y no andar por las ramas. Seamos honestos. La crisis es de difícil solución por sí misma como para andar empeorándola con falsedades. Ahora más que nunca sinceridad, sencillez, honestidad, transparencia... No tiremos el polvo debajo de la alfombra.

Para terminar mi crítica realizada honestamente desde la constructividad, voy a referirme muy escuetamente a otro asunto económico. Uno de los grandes errores del pasado reciente, ha sido confiar en el motor económico que supone para el país el consumo interno basado en el crédito. Es necesario modificar este paradigma. El gobierno insiste en confiar en un aumento del consumo interno para iniciar una recuperación económica. Para ello azuza a los bancos para comenzar a dar crédito. Esto es un error. "El sector del automóvil necesita vender un 20% más en España" decían en la patronal. Sería malo para la economía española invertir en coches si estos no son realmente necesarios. Lo mismo para cualquier otro bien o servicio. Es el momento de invertir en actividades con un retorno de la inversión futura, no en consumo. Se necesita un cambio de paradigma. En la práctica se está dando. El gobierno debe fomentarlo, no luchar contra ello. Antes de dar un salto, uno debe retroceder para tomar impulso...