jueves, 17 de julio de 2008

¿Una solución al ladrillo?

Análisis del problema: paradigma radical 1

Artículo 47 de la constitución española:


“Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación.



La comunidad participará en las plusvalías que genere la acción urbanística de los entes públicos.”

Vamos a suponer (supuesto 1) que “eso” fuese cierto, y que por tanto la prioridad del gobierno ante el problema inmobiliario que se plantea fuese “esa” (como es su deber), y no la de defender los intereses de las empresas que han asesinado a la gallina de los huevos de oro, por muchos lobbies que presionen y altos cargos que contraten a tal efecto.
Supongamos (supuesto 2) que la prioridad fundamental de las empresas privadas sea la de ganar dinero (como es su deber), y que consideraciones como los escrúpulos a la hora de especular sean secundarias.
Pues bien, si pongo en una balanza de cumplimiento los supuestos 1 y 2, hay que decir que las empresas ganan por KO. Es decir, las empresas han cumplido, los “poderes públicos”, NO !!! Los “poderes públicos” miraban hacia otro lado mientras las empresas despellejaban a la gallina, eso sí, recogiendo las plumas del suelo para hacerse un “colchón” que nos salvaría en la época de las “gallinas flacas”...

¡¡¡ Qué simple, ¿verdad? !!! Bien, ahora bajemos desde las nubes para acercarnos un poco más hacia la realidad...


Nuevamente, vamos a reducir la cuestión a un problema en el que hay dos agentes activos, con los intereses enfrentados y con alguna capacidad de reacción (obviamente el populacho no entra en esta discusión). En una esquina del cuadrilátero los “poderes públicos” (el gobierno de ahora en más), cuya misión es hacer asequible la vivienda a los ciudadanos (supuestamente defiende a los ciudadanos). En la otra esquina, las empresas de la construcción cuya misión a día de hoy es... sobrevivir..., defiende los intereses del capital (entre ellos, bancos).

¡¡¡ Qué simple, ¿verdad? !!! Bien, ahora descendamos un poco más...

Análisis del problema: paradigma 2

De nuevo vamos a plantear el problema en el que hay dos partes, pero esta vez, ya no las enfrentamos tanto... En una esquina del cuadrilátero, el gobierno, cuya misión es... revalidar la confianza de los electores (representa la “voluntad de poder”). En la otra esquina, las empresas de la construcción cuya misión a día de hoy es... sobrevivir..., defiende los intereses del capital (entre ellos, bancos). Supongamos que el Gobierno es consciente de que el Estado necesita de las empresas, no sólo por cuestiones de pago de impuestos, sino por la generación de empleo y en fin, por la labor social que también cumplen. Además está el tema de la financiación de los partidos en el que no vamos a entrar; lo vamos a dejar en que el Estado necesita de las empresas y el Gobierno es consciente de ello, siendo su prioridad volver a ganar las elecciones. De este modo tenemos dos agentes con sus motivaciones verdaderas, lo cual, no es poco...

Unas cifras para hacernos una idea de la magnitud del problema, ó dicho de otra manera, lo que puede significar un descalabro del sector de la construcción. En primer lugar, el “universo” inmobiliario ha llegado a representar el 40 % del PIB (Marc Vidal) de este país. El sector de la construcción directamente, por su parte, ha significado el 20% del PIB (La Bolsa) y ha empleado a más de 2'5 millones de trabajadores, casi un 15% del total. Por tanto el descalabro de la construcción, lo es también del PIB y del empleo... ¿Estamos empezando a comprender el “milagro español”? Luego, no solo hay un interés electoralista del gobierno en que esto no pase, también le conviene al populacho. Por tanto, es defendible el interés del gobierno por evitar el descalabro desde el punto de vista “ciudadano”. El problema no es el QUÉ, sino el CÓMO !!!

Ahora, la coyuntura... porque ellos, son ellos y su coyuntura... En primer lugar, hay que decir que en España el problema de la vivienda es un problema especulativo. Hay viviendas de sobra, pero a unos precios desorbitados ó fuera de mercado. Se calcula que el 15% de las viviendas está desocupado en España (INE), así del total de 25'5 millones de viviendas a finales del 2007, habría casi 4 millones desocupadas (http://Foro el País ). A éstas, habrá que sumar medio millón más que se construirán este año y no se venderán. Así que se podría cerrar 2008 con 4'5 millones de viviendas vacías, de los cuales 1 millón serían nuevas. Teniendo en cuenta que el consumo vegetativo español ronda las 200.000 viviendas/año, tenemos “ahorros” de viviendas para muchos años.

Así que, resulta sumamente gracioso que el Gobierno piense en comprar terreno a las constructoras para “hacer vivienda protegida”. La verdad, es que esto a las constructoras les vendría muy bien, ya que esto equivale a deshacerse del riesgo nefasto en que han incurrido, precisamente debido al control del mercado del suelo que es necesario ejercer para especular... Papá Estado se come el marrón... Lo malo, es que el estado somos todos...

Si el Gobierno quisiera facilitar el acceso a la vivienda, haría lo que han hecho en tantos países de Europa... que es darle un tratamiento adecuado a las viviendas vacías (Inverforo ). Sinceramente, este es un lujo que no nos podemos permitir. Sólo la inversión paralizada del millón de viviendas nuevas, vacías y que no se venderán en años, supera los 100.000 millones de euros...

Hay que tener claro que la solución REAL del problema, pasa por ralentizar ostensiblemente la construcción de vivienda residencial. No tiene sentido seguir construyendo más viviendas y mucho menos que lo haga el estado. Esto ya está ocurriendo; lo saben en el colegio de arquitectos, donde ya no se visan proyectos. Por ello, es necesario buscar otro quehacer, otro negocio, a la construcción. La solución rápida y fácil: la de siempre, tirar de obra pública. ¿Qué obra? La que este país necesita como agua de mayo... Centrales nucleares y transporte público. Centrales nucleares: hay que buscar soluciones energéticas eficientes y baratas (la energía solar no lo es), basta de eco-marketing !!! Hablen con un ecologista responsable (no los que asaltan granjas y liberan visones por el monte, aniquilando la fauna local) y verán como las centrales nucleares son necesarias. => Reducir nuestra dependencia del petróleo que se pondrá a 200 dólares/barril... Transporte público: doble vía ferroviaria en toda españa (nada de hacer más autopistas), más carril bici. => Reducir nuestra dependencia del petróleo que se pondrá a 200 dólares/barril a corto plazo... Proyectos innovadores como el de Alberto Vázquez-Figueroa para resolver el problema del agua, produciendo de paso energía electrica => Reducir nuestra dependencia del petróleo que se pondrá a 200 dólares/barril a corto plazo...; etc...

Además las empresas constructoras deberían internacionalizarse, e ir buscando nuevas vías como ACS y Ferrovial han hecho, operando infraestructuras españolas y extranjeras. Pero claro, ahora es demasiado tarde para los nenes. Ahora se necesita la ayuda del estado para salir de esta. El G14 pide una inyección de 40.000 millones de euros... Supongamos que el gobierno estuviese dispuesto a meter esa pasta. Supongamos que las constructoras tuviesen un millón de pisos nuevos sin vender. Supongamos que el gobierno necesitase intervenir el mercado de la vivienda para controlar los precios. Supongamos que además se contase con la infraestructura adecuada, como por ejemplo una agencia del alquiler ya operativa y además, casi sin actividad. Supongamos que ya contase con una base de datos registrada de miles de usuarios (todos esos jovenes mileuristas que están recibiendo su ayuda para el alquiler). Supongamos que las constructoras necesitasen líquido de forma inmediata para no incurrir en suspensión de pagos, y estuviesen dispuestas a vender los pisos al Estado a precio de costo. Pues bien, aplicando el principio de parsimonia, por el cual la solución más simple es la mas adecuada...

- El estado recuperaría la inversión a través de los alquileres. Al contribuyente, no le costaría dinero.
- El ridículo ministerio de la vivienda y su patética agencia del alquiler, cobrarían vida y sentido de su existencia.
- Las constructoras capitalizarían sus activos, obteniendo el líquido que necesitan para evitar la suspensión de pagos y bordear la crisis acudiendo a la licitación de obra púclica.
- Al ser una operación realizada “fuera de mercado”, no se lastrarían los precios. El precio de la vivienda seguiría su curso “natural”. Dado que se equilibrarían la oferta y demanda de compra-venta libre, incluso se contendría la actual caída de precios, cosa que convendría a nuestro mal calculado PIB.
- El estado sacaría esas viviendas en alquiler, a precio razonable, al ser un número significativo de viviendas sobre el total, con lo que en la práctica, regularía el precio de acceso a la vivienda de alquiler.
- Se contribuiría a disminuir el grave problema de las viviendas vacías, lujo que no nos podemos permitir.
- El Gobierno aparecería como el bueno de la película por varios frentes. Ante los Constructores, como el salvador sin palialitivo. Ante el ciudadano, se podría justificar como interviniente para hacer accesible la vivienda, cumpliendo así su gran promesa electoral. Frente a la oposición, arreglar un problema que ellos crearon, con medidas contundentes contra la crisis, etc... El gobierno gana en credibilidad.

Lo más importante aquí, para que no le salga caro al contribuyente, sería realizar la compra a precio de coste (en Seseña NO !!!), que es aproximadamente la mitad del precio actual de venta. Vamos a suponer una media de 100.000 euros/vivienda. Con cuotas de alquiler de 500 euros/mes de media; se amortizaría la compra en 20 años. Con los 40.000 millones de euros se comprarían 400.000 viviendas. Más que suficiente !!!

- ¿Podría hacerse?
- No lo sé !!! Pero es lo más simple, ¿que?, ¿que no?
- ¿Se mosquearían en la Unión? Están deseando meternos multas...
- Además, ¿de dónde saldría la pasta? Porque el Fondo de Pensiones no se toca !!!

viernes, 11 de julio de 2008

Tiempos Modernos



En los últimos tiempos ha asaltado a los españoles, de forma sorpresiva, el temor a una crisis que “aparentemente”, nadie vio venir. (Espero que se haya entendido el entrecomillado a que tiene derecho el “aparentemente”). Hasta tal punto esto fue así, que el estado se permitió el lujo de entregar dinero a sus contribuyentes, invirtiendo los papeles de lo que el Estado es (o debería ser), a saber, un siervo de los ciudadanos que necesita ser mantenido por estos últimos y no al revés. Pero tal acto tan carente de sentido, y que implica dilapidar el crédito del Estado en una situación económica recesiva, es tan delator de la decadencia de la sociedad española, que merece la pena ser señalado con el dedo, e incluso reírse a carcajadas de nosotros mismos. Al fin y al cabo no hay nada más cómico que el payaso que acaba riéndose de sus propias tonterías y confusiones. Por lo tanto, lancémonos sobre nuestras propias confusiones para procurarnos esa carcajada que andamos buscando...

Temer al ente equivocado, ese es notoriamente, el más revelador de los sentimientos que delatan la confusión imperante. Se teme a la Crisis y no a la Decadencia en que desde hace tiempo se ha sumido el país. Es decir, se teme el empeoramiento de lo circunstancial y no de lo esencial que hay en nosotros como pueblo. Si alguien hubiera observado como se merecen, los debates entre los candidatos a la presidencia previos a las elecciones, habría notado que la confusión alcanza incluso a aquellos que nos han de gobernar. ¿Qué se puede esperar por tanto del rumbo del barco si el capitán y el contramaestre no saben a donde van? Uno no debería dejar de quedarse perplejo escuchando al jefe de la Oposición reprochar al Presidente del ejecutivo: “Es que usted ha sacado al etarra de la carcel”, “Es que usted ha dejado que el partido de los terroristas se presente a las elecciones”, etc... ¿Pero es que ningún “primo” ha tenido la cortesía de explicarle a este hombre quién fue aquel famoso ilustrado llamado Montesquieu? ¿O es que acaso, la nula implementación de la separación de poderes ya resulta tan evidente a todos los ojos, que no es ya necesario el fingir que existe? ¿O es que quizás a nadie le importa? O peor aún... ¿es que nadie lo sabe? Pero si sólo hace falta coger cualquier periódico para ver cómo los políticos negocian, cómo mercadean, con las plazas del CGPJ, el que se supone máximo órgano de control del poder Judicial. ¿Existe alguien suficientemente ingenuo para seguir creyendo en la “separación de poderes” propias de los “estados modernos”, si hasta el Fiscal General del Estado es puesto a dedo por el ministro de turno?

Separación de poderes... Una de las máximas del gobierno ZP cuando alcanzó el poder era “devolver al Rey su importante rol dentro del engranaje del Estado”. ¿Pero es que acaso corresponde al jefe del ejecutivo dar ó quitar poderes al Jefe de un “Estado moderno”? ¿No requeriría eso acaso de una reforma constitucional ó al menos de alguna ley? ¿Pero para qué molestar al Rey? Bastantes quebraderos de cabeza le reporta ya al hombre su máxima preocupación, a saber, perpetuar su estirpe como cabeza del Estado; motivo por el cual, ha limitado toda su aportación política al discurso televisado de Navidad, dejando así huérfano de dirigentes a este Estado tan moderno, siguiendo la estrategia: “el que no hace no yerra” es mejor que el “que te calles”. Incluso, debido a su mutismo, se le tachó de “tonto” durante la Transición; y decía Baltasar Gracián en su Arte de la Prudencia: “tontos son todos los que lo parecen y la mitad de los que no lo parecen”... Y qué no decir del Senado... ese cementerio de políticos retirados, que por no tener, ni siquiera tiene capacidad efectiva de veto.

Pero basta ya de lánguidas apreciaciones. Cualquiera que haya tenido la paciencia de llegar hasta aquí, corre el riesgo de confundir la Causa con el Efecto; cuestión que, si uno se fija, sucede en numerosas ocasiones. Un famoso proverbio: “Los pueblos tienen los gobiernos que se merecen”; dicho que, aplicado a las “Democracias” (luego me cebaré con esas comillas) se torna más veraz. Cuando uno vaya al bar a tomarse una copa, no dejará de oír esas conversaciones de taberna en la que ciertos individuos, a voz en grito, claman contra la incompetencia de nuestros políticos. Sugiero que, en tales ocasiones, se acerque al charlatán de turno para preguntarle cuál es el nombre del diputado que salió elegido con su voto. Le apuesto a que el charlatán no sabrá decirle el nombre del primer candidato de la lista a la que votó, ¿lo sabe usted?; a no ser que... ese candidato sea el candidato a la presidencia; es decir, que acierte por casualidad. El desconocimiento por parte del populacho de la más elemental información acerca del sistema electoral, por ejemplo, el nombre del representante que debería rendirle cuentas, diluye la responsabilidad del parlamento. Aquí hay una enorme deriva entre el funcionamiento teórico (de representación provincial) y el funcionamiento efectivo (presidencialista) del sistema de elección; hasta tal punto, que los partidos que verdaderamente más se acercan al funcionamiento teórico previsto en la Constitución (¿pero quién la ha leído?) son los nacionalistas, pues representan a un pequeño conjunto de provincias a las que rinden cuentas con una responsabilidad claramente definida. En contraposición, se sitúa el voto presidencialista que no rinde cuentas “provinciales”, sino que responde a la llamada “disciplina de partido”. De esta anómala situación, sacan provecho los partidos nacionalistas, que con sus pocos diputados, resultan ser claves para la gobernabilidad del país; provecho que se traduce en dinero (gasto) ó en influencia (cargos) para sus autonomías.

Volviendo a las comillas de la “Democracia” española; si uno considera que la Democracia es la elección por parte del Pueblo de unos dirigentes que les representan y defienden sus intereses; y que éstos a su vez rinden cuentas a sus representados de sus actos a nivel político sobre una base provincial; y que elegir es conocer, hacerse un juicio y tomar partido... Si uno toma en consideración la precaria separación de poderes; el escaso conocimiento por parte de la grey del sistema de elección y del funcionamiento teórico de las instituciones; las bases directivas reales sobre las que operan instituciones como la Monarquía, el CGPJ, el Senado, la TV pública,...; el funcionamiento de los partidos políticos y a quiénes éstos realmente rinden cuentas (es decir, el cómo se financian...); entonces, ¿es “Democracia” el nombre que merece nuestro sistema político? ¿O es más bien como una partida de ajedrez en la que dos bandos se disputan el dominio del centro del tablero, usando piezas más ó menos poderosas pero carentes de voluntad propia? ¿Cuál es la voluntad que mueve las piezas? ¿Quien controla los partidos políticos? ¿Quién los financia? ¿A quién rinden cuentas?

Se habla de la Crisis como el gran problema de nuestro País. El gran azote no es la crisis... es la Decadencia, es la falta de gusto por los asuntos relevantes, por enfrentarse a los problemas de frente. Basta encender la TV en cualquier canal para entender cuál es hoy el gusto de los españoles. Programas que exhiben fingidas inmundicias de esperpentos en “reality shows”, telediarios que parecen revistas para adolescentes, publicidad y más publicidad. ¡¿ Y hubo un presidente que creyó que el problema era de la programación, y no de los televidentes !?; ¡¡¡ que pensó que la solución era eliminar los “reality shows”!!! Tapar la inmundicia; echar el polvo debajo de la alfombra. Pero al menos, olió el problema. Hoy el gusto “español” es agachar la cabeza como la avestruz y no querer ver los peligros, no enfrentarse con ellos. ¿Le es lícito a un presidente del gobierno presumir el 9 de marzo de “la marcha de la economía”, regalar el dinero del estado y anunciar una grave crisis tres meses después, sin perder toda sus credibilidad? ¿Pretenden convencerme de que no sabían lo que se avecinaba, cuando cualquier patán que tome un periódico una vez por semana lo veía venir? Pero el españolito de a pie, quería seguir creyendo en el pelotazo urbanístico, porque la cultura del pelotazo forma parte de nuestra decadencia, nuestra corrupción inherente; la cabra tira al monte, al español le gusta creer en jauja. Necesita una canción de cuna para dormirse y no pensar en los peligros. Y como en todo timo y estafa piramidal, el individuo que es timado, cae víctima de su propia avaricia. ¿Han escuchado como se merece, a individuos hablando de lo que valen cuatro paredes? La “generación de españoles más preparada de toda la historia” se ha dicho... Si así fuera, la directiva más importante que marca el rumbo del gobierno, no sería el MARKETING !!! Pero los grandes partidos con vocación de gobierno son torres de Babel, una amalgama de idearios irreconciliables que una vez yuxtapuestos conducen a la incongruencia indefendible, no a la generación de grandes modelos que sirvan de brújula al gobierno y por tanto, sólo defendibles desde el márketing. Por eso nuestra nueva política energética se apoya en la energía solar...