domingo, 16 de diciembre de 2007

La inversión de todos los valores

Escucha, hermano, el rugir de una segunda naturaleza. El albor de un nuevo Caos. Frente a todas las mentiras que han congelado la vida hasta hoy, Nietzsche nos revela la verdadera esencia: “La vida es instinto de crecimiento, de duración, de acumulación de fuerzas, de poder”. Es el Eterno Retorno de lo idéntico a sí mismo. Sumergirse en la batalla, inmiscuirse, involucrarse con la vida alimentando una ilusión estética, bella, seductora. Aumentar las propias fuerzas frente a aquellos otros decadentes, cansados del mundo, incapaces incluso de la posibilidad de abandono. Frente a estos lamentables seres sufrientes a causa de sí mismos, acepta todo el sufrimientos del mundo como precio de una bella apariencia individual, de una breve vida que se va a disolver, sin compensación alguna ulterior, solo por gustar ese pasajero éxtasis de hacer coincidir en un instante la vida con el mejor sueño de sí. Instinto propio del que desea ser admirado por su propia obra. En esa sola frase, se encuentra la esencia de la vida, de una nueva mirada sobre el mundo. Todos los principios acerca del bien y del mal...

viernes, 14 de diciembre de 2007

De tablas viejas y nuevas

Nietzsche: Así habló Zaratustra: De tablas viejas y nuevas

Aquí estoy sentado y aguardo, teniendo a mi alrededor viejas tablas rotas y también tablas nuevas a medio escribir.
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Todos [los hombres] presumían saber desde hacía ya mucho tiempo qué es lo bueno y lo malvado para el hombre.
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Lo que es bueno y lo que es malvado, eso no lo sabe todavía nadie: - ¡ excepto el creador ¡
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De sus sombríos sabios les mandé reírse, y de todo el que alguna vez se hubiera posado, para hacer advertencias, sobre el árbol de la vida, como un negro espantajo.
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Y a menudo en medio de la risa ese anhelo me arrastraba lejos y hacia arriba y hacia fuera: yo volaba, estremeciéndome ciertamente de espanto, como una flecha, a través de un éxtasis embriagado de sol:
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Hacia allí donde todo devenir me pareció un baile de dioses y una petulancia de dioses, y el mundo, algo suelto y travieso y que huye a cobijarse en sí mismo: -...-
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hacia allí donde todo tiempo me pareció una bienaventurada burla de los instantes, donde la necesidad era la libertad misma, que jugaba bienaventuradamente con el aguijón de la libertad:-
donde también yo volví a encontrar a mi antiguo demonio y archi-enemigo, el espíritu de la pesadez y todo lo que él ha creado: coacción, ley, necesidad y consecuencia y finalidad y voluntad y bien y mal: -
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Allí fue también donde yo recogí del camino la palabra “superhombre”, y que el hombre es algo que tiene que ser superado,
- que el hombre es un puente y no una meta: ...
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Les he enseñado todos mis pensamientos y deseos. Pensar y reunir en unidad lo que en el hombre es fragmento y enigma y horrendo azar, -
- como poeta, adivinador de enigmas y redentor del azar les he enseñado a trabajar creadoramente en el porvenir y a redimir creadoramente – Todo lo que fue.
A redimir lo pasado en el hombre y a transformar mediante su creación todo “Fue”, hasta que la voluntad diga: “¡Mas así lo quise yo! Así lo querré”-
- esto es lo que yo llamé redención para ellos, únicamente a esto les enseñé a llamar redención.—
Ahora aguardo mi redención, - el ir a ellos [los hombres] por última vez.
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Del sol he aprendido esto, cuando se hunde él, el inmensamente rico: entonces es cuando derrama oro sobre el mar, saciándolo de riquezas inagotables,-
- ¡ de tal manera que hasta el más pobre de los pescadores rema con remos de oro! Esto fue, en efecto, lo que yo vi en otro tiempo, y no me sacié de llorar contemplándolo.-
Igual que el sol quiere también Zaratustra hundirse en su ocaso: mas ahora está sentado aquí y aguarda, teniendo a su alrededor viejas tablas rotas, y también tablas nuevas, - a medio escribir.