ANSIEDAD
En una noche de luna,
estaba la mar en calma,
ya no esperaba yo nada
pero al fin sucedió en mi alma.
El mar reflejó a la luna.
Su luz pude percibir,
necesidad y libertad fueron una.
Así querría yo vivir.
La luna siguió saliendo,
pero el reflejo no volvió.
La mar ya no estaba en calma
y ya nunca más reflejó.
¿Qué estrañas fuerzas te agitan?
pregunté un día al mar erizado:
- Tu ansiedad de ver mi reflejo
es lo que me tiene alterado.
Y así volví en calma a la noche,
y así el reflejo volví a ver.
Ya nunca abandonaré la Vía,
ya nunca volveré al Ser.
* Fdo: Titiriteiro -> Dedicado a Kimaru
sábado, 14 de junio de 2008
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1 comentario:
Me honra tu dedicatoria. Y a la vez me alegra, pues intuyo en el poema buenas noticias, y nuevos caminos.
Un abrazo.
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